viernes, 12 de febrero de 2010

El amor en los tiempos del apagón


El Gobierno de Fernando Lugo debería agradecer bastante a los músicos, cantautores, poetas y literatos que impusieron la imagen de que no existe nada más romántico en la vida que una cena a la luz de las velas, en medio de las sombras de la noche.
Si este fin de semana persiste la crisis energética, es probable que a los paraguayos y paraguayas nos toque celebrar la Noche de San Valentín más romántica de todas nuestras historias personales y colectivas, convirtiendo en realidad la cursi estrofa del cantautor mexicano Gustavo Lara: “Caricias a la luz de la velas/ un par de almas gemelas/ solos en mitad de la tierra…”.
Claro que ni los poemas de Bécquer o Rubén Darío, ni los boleros de Agustín Lara o Armando Manzanero, ni las novelas de Corín Tellado o Ángeles Mastretta, mencionan lo poco amoroso que resulta aguantar una temperatura de 40 grados sin ventilador ni aire acondicionado, ni tener el cuerpo empapado de sudor y malos olores por no haberse podido tomar un baño debido al corte del servicio del agua potable, ni hablar de los mosquitos y demás insectos que se cuelan por las puertas y ventanas abiertas cuando uno las abre buscando que entre el inexistente aire fresco. ¡Así no hay romanticismo que valga!
Pero el amor es más fuerte… y ni las imprevisiones de la ANDE, ni las obsoletas conexiones de la ESSAP, ni el incorpóreo decreto de premios y castigos de Fatecha, ni los viajes de Lugo, ni las vacaciones truncas de Federico, ni la declaración de emergencia eléctrica nacional por parte del Parlamento, ni las falsas amenazas de bombas… podrán impedir que Cupido dispare sus flechas untadas de miel y que los TQM colapsen los servicios de SMS de los teléfonos celulares.
El amor es mucho más que una caja de bombones y una postal con corazoncitos, una vez al año, en el calendario del consumismo globalizado. El amor es darse por entero no solo a la otra persona que comparte contigo una relación de pareja, sino también a un ideal, a un sueño, a una causa noble.
Hay enamorados o enamoradas capaces de dar la vida por una idea de Dios, o por una utopía de Patria. Amores como el de Jesús de Nazareth, Juana de Arco, los niños de Acosta Ñu, los jóvenes del 23 de octubre, el Che Guevara, Martín Luther King, Nelson Mandela, los mártires del Marzo Paraguayo… son igualmente sublimes, igualmente locos, igualmente únicos, como el de Romeo y Julieta.
Aún con 40 grados de calor, sin agua y sin luz… ¡Felicidades a todos los enamorados y enamoradas que siguen esta columna!